¿Para que hacer Terapia?

Cuando llegamos a un punto en nuestra vida, por las circunstancias que sean, donde nos podemos sentir disminuidos, estresados, sobrepasados ​​o angustiados y nos es difícil salir de una dinámica mental y emocional negativa, la terapia nos puede ayudar a volver a conectar con nuestros recursos escondidos para vivir esa misma situación de forma menos tóxica.

El terapeuta nos acompaña en un proceso de expresión emocional e intelectual para ampliar nuestro campo de conciencia y entender lo que nos está pasando.

Si nos permitimos vivir y atravesar conscientemente lo que nos producía tensión, nos será más fácil poder vivirnos desde un lugar más centrado, y conectar, de nuevo, con la fuerza, la empatía y la comprensión.

Asuntos Pendientes

Cuando un recuerdo del pasado aparece a menudo en nuestra cabeza con cierta carga emocional, nos indica que no fue vivido por completo y se convierte pues en un "Asunto Pendiente".

Probablemente, en ese momento, no teníamos los recursos suficientes para afrontar la intensidad emocional vinculada a la experiencia, y como mecanismo de defensa debíamos de intentar escapar, distraernos o inhibir aquella ola emocional. Es en ese momento, la experiencia no vivida del todo se guarda en el recuerdo con la misma carga emocional que cuando la paramos, y así quedará en nuestro interior, condicionando nuestra respuesta en el presente frente a situaciones similares.

Permitirse revivir los asuntos pendientes en un entorno seguro como es la terapia, puede ayudar a limpiar de condicionamientos nuestras decisiones del presente, respondiendo a las dificultades de la vida con un abanico más amplio y todo nuestro potencial libre.